Para los diseñadores la composición gráfica es fundamental ya que plasma la intencionalidad del mensaje que se busca transmitir. La composición, al igual que el arte gráfico, es una labor comunicativa y básicamente consiste en organizar los elementos de un diseño.
La combinación de estos elementos se basa en la percepción visual del espectador y en la adecuación de los mismos para resolver problemas de equilibrio, balance, dinamismo, estabilidad, contraste, proporciones, etc. La forma, tamaño, ubicación y protagonismo de cada elemento expresan particularidades del mensaje y su significado.
El peso de un elemento está determinado no sólo por sus dimensiones, sino por su posición en el área de diseño. Los elementos situados a la derecha poseen mayor peso visual y comunican avance en la composición, mientras que los elementos ubicados a la izquierda transmiten la sensación de ligereza y retroceso.
De igual manera, la zona superior de un documento posee menor peso que la inferior, donde el peso visual es máximo, como lo muestra el siguiente diseño.
La forma de los elementos es también determinante en la composición de un gráfico; las formas redondeadas y curvilíneas crean armonía y suavidad, las formas anguladas y alargadas amplían el campo de visión, las figuras irregulares tienen mayor peso al igual que las de mayor tamaño.
Asimismo, existen algunas técnicas de composición como la escala, empleada para distribuir el espacio y equilibrar las proporciones de los elementos de manera armónica; y el contraste, que permite destacar ciertos elementos al aumentar o disminuir la intensidad de los tonos y empleando colores opuestos en el círculo cromático.